jueves, 8 de marzo de 2007

LLUEVE Y NO RECUERDO MI OTRA VIDA

Qué cosa el agua. Al final vino la lluvia. Sus amenazas se cumplen casi siempre. No hay calma más exacta que la que anuncia llover.
Es raro ver como se escurre el agua, como no se puede contener, como siempre busca su camino. Escurir, escapar hasta que sólo queda el olor a húmedad, a profundidad. La lluvia es algo que ya pasó.
La gente corre escapando del agua, como si mojarse fuese un daño.
Desde la ventana empañada veo llover y me alcanza una sensación de protección, de resguardo.
La lluvia es algo ajeno.
Que la lluvia no me toque, que la lluvia no me moje.
Terrícolas del planeta tierra, tierra que en su mayoría está formada por agua.
¿Qué tenemos que ver con el agua? Sólo está para ser bebida.
Creemos que no pertenecemos a un medio acuoso, la Atlantida es un mito.
Pero sin embargo venimos del útero, nueve meses nadando suavemente y al final nos golpean por primera vez para que hagamos lo más natural del mundo: respirar aire.
A lo mejor de ahí viene la sed; no lo sé, no me acuerdo.
Aquel que nunca tuvo la oportunidad de empaparse, vivió solo una vida.

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